lunes, 13 de abril de 2015

MÚSICA - VENI CREATOR SPIRITU



Veni Creator Spiritus,
Mentes tuorum visita,
Imple superna gratia,
Quae tu creasti, pectora.
Qui diceris Paraclitus,
Donum Dei Altissimi,
Fons vivus, ignis, caritas,
Et spiritalis unctio.
Tu septiformis munere,
Dextrae Dei tu digitus,
Tu rite promissum Patris,
Sermone ditans guttura.
Accende lumen sensibus,
Infunde amorem cordibus,
Infirma nostri corporis,
Virtute firmans perpeti.
Hostem repellas longius,
Pacemque dones protinus;
Ductore sic te praevio,
Vitemus omne noxium.
Per te sciamus da Patrem
Noscamus atque Filium;
Teque utriusque Spiritum
Credamus omni tempore.
Deo Patri sit gloria,Et Filio, 
qui a mortuisSurrexit, ac 
ParaclitoIn saeculorum saecula.
Amen. 

Ven Espíritu Creador;visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo has creado.
Tú eres nuestro consuelo,don de Dios altísimo,fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;Tú el dedo de la mano de Dios,Tú el prometido del Padre,pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,infunde tu amor en nuestros corazones y con tu perpetuo auxilio,fortalece nuestra frágil carne.
Aleja de nosotros al enemigo,danos pronto tu paz,siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo que es nocivo
Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y que en Ti,que eres el Espíritu de ambos,creamos en todo tiempo.Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó de entre los muertos,y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos.Amén.

martes, 7 de abril de 2015

DE LAS DOS FORMAS DEL ARREPENTIMIENTO




De las dos formas del arrepentimiento.

Hay dos formas de arrepentimiento: una es temporal o sensible, la otra divina y sobrenatural. El arrepentimiento temporal se va sumergiendo continuamente en penas cada vez mayores y le produce al hombre una aflicción tal como si tuviera que desesperarse ahora mismo, y en este caso el arrepentimiento se detiene en la pena y no progresa. Con esto no se llega a ninguna parte.

Mas el arrepentimiento divino es muy distinto. Tan pronto como el hombre siente un desagrado, se eleva en seguida hacia Dios y se afianza en una voluntad inquebrantable de dar por siempre la espalda a todos los pecados.

Y al hacerlo se eleva hacia una gran confianza en Dios y adquiere una gran seguridad; y de ello proviene una alegría espiritual que sube al alma por encima de toda pena y aflicción, y la vincula firmemente con Dios. 

Pues, cuanto más débil se halle el hombre y cuanto más haya pecado, tanta más razón tiene para vincularse con Dios mediante un amor indiviso en el cual no hay ni pecado ni imperfección. 

El mejor escalón, pues, que se puede pisar, cuando se quiere ir hacia Dios con plena devoción, es el siguiente: estar sin, pecado en virtud del arrepentimiento divino.

Y cuanto más grave uno mismo considere el pecado, tanto más dispuesto estará Dios a perdonarlo y visitar al alma expulsando el pecado; porque cada uno se esfuerza más que nada por quitarse aquello que le resulta más repugnante. 

Y cuanto mayores y más graves sean los pecados tan infinitamente más le gustará a Dios perdonarlos y hacerlo con mayor rapidez, porque le repugnan. 


Y entonces, cuando el arrepentimiento divino se levanta hacia Dios, todos los pecados han desaparecido más rápidamente en el abismo divino que en un cerrar de ojos mío, y con tal de que el arrepentimiento llegue a ser perfecto, serán tan completamente aniquilados como si nunca hubieran sucedido.

Eckhart de Hochheim