domingo, 7 de diciembre de 2014

HISTORIA DEL PESEBRE





El pesebre lo inventó San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, hace muchos años ya, en el pueblecito de Greccio, en Italia.

Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.

Un amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un pequeño bosque en lasmontañas de Greccio, y en el bosque había una gruta que a Francisco se le parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de Belén, y que él había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.

Francisco habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes del pueblo, niños y grandes.


Entre la gente del pueblo, Francisco y Juan escogieron algunas personas para que representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!

La noche de Navidad, cuando todas las familias estaban reunidas en sus casas, las campanas de la iglesia empezaron a tocar solas… ¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero nadie sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera a celebrar la Misa del Gallo… la Misa de Medianoche….

Sorprendidos y asustados a la vez, todos los habitantes de Greccio salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a Francisco que desde la montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde él estaba.

Alumbrándose con antorchas, porque la noche estaba muy oscura y hacía mucho frío, todos se dirigieron al lugar indicado, y cuando llegaron quedaron tan admirados, que cayeron de rodillas, porque estaban viendo algo que nunca habían pensado poder ver. Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos años, y se encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia: María tenía a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un grupo de pastores y pastoras, que no se cansaban de admirar al niño que había acabado de nacer…

Después, cuando todos se calmaron, el sacerdote, que había sido cómplice de Francisco y de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa Misa, y Jesús se hizo presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa siempre que se celebra una Misa en cualquier lugar del mundo.


Terminada la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de alegría, les contó a todos los presentes, con lujo de detalles, la hermosa historia de la Navidad, y Jesús, “luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y de amor.

Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa costumbre de hacer el pesebre todos los años, que a todos nos gusta tanto.

San Francisco de Asís

FELIZ NAVIDAD


sábado, 6 de diciembre de 2014

DE LAS OBRAS HECHAS POR CARIDAD

imagen de red


1. Por ninguna cosa del mundo ni por amor de alguno se debe hacer lo que es malo; mas por el provecho de quien lo hubiere menester, alguna vez se puede dejar la buena obra, o trocarse por otra mejor. De esta suerte no se deja la buena obra, sino que se muda en mejor. 

La obra exterior sin caridad no aprovecha; pero lo que se hace con caridad, por poco y despreciable que sea, se hace todo fructuoso. Pues, ciertamente, más mira Dios al corazón que a la obra que se hace.

2. Mucho hace el que mucho ama. Mucho hace el que todo lo hace bien. Bien hace el que sirve más al bien común que a su voluntad propia.

Muchas veces parece caridad lo que es amor propio; porque la inclinación de la naturaleza, la propia voluntad, la esperanza de la recompensa, el gusto de la comodidad, rara vez nos abandonan.

3. El que tiene verdadera y perfecta caridad, en ninguna cosa se busca a si mismo, sino solamente desea que Dios sea glorificado en todas. De nadie tiene envidia, porque no ama gusto alguno particular, ni se quiere gozar en sí; mas desea, sobre todas las cosas, gozar de Dios. A nadie atribuye ningún bien; mas refiérelo todo a Dios, del cual, como de fuente, manan todas las cosas, en el que, finalmente, todos los Santos descansan con perfecto gozo.

¡Oh, quién tuviese una centella de verdadera caridad! Por cierto que sentiría estar todas las cosas llenas de vanidad.


Capitulo 15. Imitación a Cristo
Tomás de Kempis

miércoles, 26 de noviembre de 2014

DEL PROVECHO DE LAS ADVERSIDADES

 imagen de red


1. Bueno es que algunas veces nos sucedan cosas adversas y vengan contrariedades, porque suelen atraer al hombre al corazón, para que se conozca desterrado y no ponga su esperanza en cosa alguna del mundo.

Bueno es que padezcamos a veces contradicciones y que sientan de nosotros mal e imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena intención. Estas cosas de ordinario ayudan a la humildad y nos defienden de la vanagloria. Porque entonces mejor buscamos a Dios por testigo interior, cuando por de fuera somos despreciados de los hombres, y no nos dan crédito.

2. Por eso debía. uno afirmarse de tal manera en Dios, que no le fuese necesario buscar muchas consolaciones humanas. Cuando el hombre de buena voluntad es atribulado, o tentado, o afligido con malos pensamientos; entonces conoce tener de Dios mayor . necesidad, experimentando que sin EI no puede nada bueno. Entonces también se entristece, gime y ora a Dios por las miserias que padece. Entonces le es molesta la vida larga, y desea hallar la muerte para ser desatado de este cuerpo y estar con Cristo ( Filip., l; 3).


Entonces también - conoce que no puede haber en el mundo perfecta seguridad ni cumplida paz.

Cap.12. Imitación de Cristo. 
Tomás de Kempis




jueves, 20 de noviembre de 2014

CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN

IMAGEN DE RED

LIBRO SEGUNDO

I,1. Quiero recordar mis pasadas fealdades y las corrupciones carnales de mi alma, no porque las ame, sino por amarte a ti, Dios mío. Por amor de tu amor hago esto (amore amoris tui facio istuc), recorriendo con la memoria, llena de amargura, aquellos mis caminos perversísimos, para que tú me seas dulce, dulzura sin engaño, dichosa y eterna dulzura, y me recojas de la dispersión en que anduve dividido en partes cuando, apartado de la unidad, que eres tú, me desvanecí en muchas cosas.   

Porque hubo un tiempo de mi adolescencia en que ardí en deseos de hartarme de las cosas más bajas, y osé oscurecerme con, varios y sombríos amores, y se marchitó mi hermosura, y me volví podredumbre ante tus ojos por agradarme a mí y desear agradar a los ojos de los hombres.
        
II,4. Pero yo, miserable, habiéndote abandonado, me convertí en un hervidero, siguiendo el ímpetu de mi pasión, y traspasé todos tus preceptos, aunque no evadí tus castigos; y ¿quién lo logró de los mortales?

Porque tú siempre estabas a mi lado, ensañándote misericordiosamente conmigo y rociando con amarguísimas contrariedades todos mis goces ilícitos para que buscara así el gozo sin contrariedades y, cuando yo lo hallara, en modo alguno lo hallara fuera de ti, Señor; fuera de ti, que provocas el dolor para educar, y hieres para sanar, y nos das muerte para que no muramos sin ti.


San Agustín

domingo, 16 de noviembre de 2014

CÓMO SE HA DE RESISTIR A LAS TENTACIONES






1. Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones: Por lo cual está escrito en Job (, 1): Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.


Por eso cada uno debería tener mucho cuidado acerca de sus tentaciones y velar en oración, porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca todos lados a quién tragarse. (1 Pedro 5, 8). 
Ninguno hay tan perfecto ni tan santo que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.


2. Mas las tentaciones son muchas veces utilisimas al hombre, aunque sean graves y pesadas; porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.


Todos los Santos por. muchas tribulaciones y tentaciones pasaron; y aprovecharon. Y los que no las quisieron resistir fueron tenidos. por réprobos y sucumbieron.


No hay religión tan santa, ni lugar tan secreto, que no haya tentaciones y adversidades.


3. No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras vive; porque en nosotros mismos .está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.


Pasada una tentación o tribulación, sobreviene otra; y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra felicidad.


Muchos quieren huir las tentaciones y caen en ellas más gravemente.


No se puede vencer con sólo huirlas; mas con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos:


4. El que solamente quita el mal que se ve y no arranca la raíz, poco aprovechará; antes tornarán a él más presto las tentaciones, y se hallará peor.


Poco a poco, con paciencia y larga esperanza, vencerás (con el favor divino) mejor, que no con violencia y propia fatiga.


Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle, como tú lo quisieras para ti.


5. El principio de toda mala tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.


Porque como la nave sin timón la llevan a una .y. otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de su propósito es tentado de diversas maneras.


El fuego prueba el hierro, y la tentación al hombre justo.


Muchas veces no sabemos .lo que podernos; mas la tentación descubre lo que somos 
Debemos, pues, velar principalmente al venir la tentación; porque entonces mas fácilmente es vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma y se le resiste al umbral luego que toca.


Por lo cual dijo uno: Atajar al principio el mal procura; si llega a echar raíz, tarde se cura (1): Porque primeramente se ofrece al alma el pensamiento sencillo; después, la importuna imaginación; luego, la delectación y el torpe movimiento y el. Consentimiento. Y así se entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo, por no resistirle al principio.


Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco; y el enemigo contra él más fuerte.


6. Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros al fin.


Pero otros son molestados casi por toda su vida.


Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.


7. Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará, junto con tentación, .tal auxilio, que La podamos resistir (1 Cor., 10, 13).


Humillemos, pues, nuestras almas debajo de la mano de Dios en toda tribulación y tentación, porque E1 salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.


8. En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno ha aprovechado, y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.


No es mucho ser un hombre devoto y fervoroso cuando no siente pesadumbre; mas si en el tiempo de la adversidad se. sufre con paciencia, esperanza es de gran provecho.


Algunos no se rinden a grandes tentaciones, y son vencidos a menudo en las menores y comunes, para que, humillados, nunca confíen de sí en grandes cosas, siendo flacos en las pequeñas.


cap.13 Imitación a Cristo. Tomás de Kempis.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

YO TODA ME ENTREGUE Y DI

imagen de red

Yo toda me entregué y di, y de tal suerte he trocado, que es mi Amado para mí Y Yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce cazador me tiró y dejó rendida, en los brazos del amor mi alma quedó caída, y cobrando nueva vida de tal manera he trocado, que es mi Amado para mí Y Yo soy para mi Amado.

Tiróme con una flecha enarbolada de amor, Y mi alma quedó hecha una con su Criador; ya yo no quiero otro amor, pues a mi Dios me he entregado, que es mi Amado para mí Y Yo soy para mi Amado.

Santa Teresa de Jesús


domingo, 2 de noviembre de 2014

ALABANZAS QUE SE HAN DE DECIR EN TODAS LAS HORAS


imagen de red

1 Santo, santo, santo Señor Dios omnipotente, el que es y el que era y el que ha de venir:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

2 Digno eres, Señor Dios nuestro, de recibir la alabanza, la gloria y el honor y la bendición:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

3 Digno es el cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder y la divinidad y la sabiduría y la fortaleza y el honor y la gloria y la bendición:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

4 Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

5 Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

6 Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos y los que teméis a Dios, pequeños y grandes:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

7Los cielos y la tierra alábenlo a él que es glorioso:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

8Y toda criatura que hay en el cielo y sobre la tierra, y las que hay debajo de la tierra y del mar, y las que hay en él:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

9Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

10Como era en el principio y ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Amén.
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

11Oración: Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, todo bien, sumo bien, total bien, que eres el solo bueno, a ti te ofrezcamos toda alabanza, toda gloria, toda gracia, todo honor, toda bendición y todos los bienes. Hágase. Hágase.


Amén.

San Francisco de Asis

sábado, 25 de octubre de 2014

Canciones entre el Alma y el Esposo VIII

imagen de red

ESPOSA
                                                                                                    
36. Gocémonos, Amado,
Y vámonos a ver en tu hermosura
Al monte y al collado,
Do mana el agua pura;
Entremos más adentro en la espesura.
37. Y luego a las subidas
Cavernas de las piedras nos iremos,
Que están bien escondidas,
Y allí nos entraremos,
Y el mosto de granadas gustaremos.
38. Allí me mostrarías
Aquello que mi alma pretendía,
Y luego me darías
Allí tú, vida mía,
Aquello que me diste el otro día.
39. El aspirar del aire,
El canto de la dulce Filomena,
El soto y su donaire,
En la noche serena
Con llama que consume y no da pena.
40. Que nadie lo miraba,
Aminadab tampoco parecía,
Y el cerco sosegaba,
Y la caballería
A vista de las aguas descendía.

Canto espiritual
San Juan de la Cruz


domingo, 19 de octubre de 2014

¡OH HERMOSURA QUE EXCEDEIS ... !

imagen de red

¡Oh hermosura que excedéis a todas las hermosuras! ¡Sin herir dolor hacéis, y sin dolor deshacéis el amor de las criaturas!

¡Oh nudo que así juntáis dos cosas tan desiguales, no sé por qué os desatáis, pues atado fuerza dais a tener por bien los males!

juntáis quien no tiene ser con el Ser que no se acaba; sin acabar acabáis, sin tener que amar amáis, engrandecéis nuestra nada.


Santa Teresa de Jesús

sábado, 11 de octubre de 2014

Canciones entre el Alma y el Esposo VIII

imagen red

ESPOSO
                                                                                                    
34. La blanca palomica
Al arca con el ramo se ha tornado,
Y ya la tortolica
Al socio deseado
En las riberas verdes ha hallado.
35. En soledad vivía,
Y en soledad ha puesto ya su nido,
Y en soledad la guía
A solas su querido,
También en soledad de amor herido.

Canto espiritual

San Juan de la Cruz

jueves, 2 de octubre de 2014

Canciones entre el Alma y el Esposo VII

imagen de red

ESPOSA
                                                                                                    
24. Nuestro lecho florido,
De cuevas de leones enlazado,
En púrpura tendido,
De paz edificado,
De mil escudos de oro coronado.
25. A zaga de tu huella
Los jóvenes discurren al camino
Al toque de centella,
Al adobado vino,
Emisiones de bálsamo divino.
26. En la interior bodega
De mi Amado bebí, y cuando salía
Por toda aquesta vega,
Ya cosa no sabía,
Y el ganado perdí que antes seguía.
27. Allí me dio su pecho,
Allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
Y yo le dí de hecho
A mí, sin dejar cosa;
Allí le prometí de ser su esposa.
28. Mi alma se ha empleado,
Y todo mi caudal, en su servicio,
Ya no guardo ganado
Ni ya tengo otro oficio;
Que ya sólo en amar es mi ejercicio.
29. Pues ya si en el ejido
De hoy más no fuere vista ni hallada,
Diréis que me he perdido,
Que, andando enamorada,
Me hice perdidiza y fui ganada.
30. De flores y esmeraldas
En las frescas mañanas escogidas,
Haremos las guirnaldas,
En tu amor florecidas,
Y en un cabello mío entretejidas.
31. En solo aquel cabello
Que en mi cuello volar consideraste,
Mirástele en mi cuello,
Y en él preso quedaste,
Y en uno de mis ojos te llagaste.
32. Cuando tú me mirabas,
Su gracia en mí tus ojos imprimían;
Por eso me adamabas,
Y en eso merecían
Los míos adorar lo que en ti vían.
33. No quieras despreciarme,
Que si color moreno en mí hallaste,
Ya bien puedes mirarme,
Después que me miraste;
Que gracia y hermosura en mí dejaste.

Canto espiritual


San Juan de la Cruz