miércoles, 26 de noviembre de 2014

DEL PROVECHO DE LAS ADVERSIDADES

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1. Bueno es que algunas veces nos sucedan cosas adversas y vengan contrariedades, porque suelen atraer al hombre al corazón, para que se conozca desterrado y no ponga su esperanza en cosa alguna del mundo.

Bueno es que padezcamos a veces contradicciones y que sientan de nosotros mal e imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena intención. Estas cosas de ordinario ayudan a la humildad y nos defienden de la vanagloria. Porque entonces mejor buscamos a Dios por testigo interior, cuando por de fuera somos despreciados de los hombres, y no nos dan crédito.

2. Por eso debía. uno afirmarse de tal manera en Dios, que no le fuese necesario buscar muchas consolaciones humanas. Cuando el hombre de buena voluntad es atribulado, o tentado, o afligido con malos pensamientos; entonces conoce tener de Dios mayor . necesidad, experimentando que sin EI no puede nada bueno. Entonces también se entristece, gime y ora a Dios por las miserias que padece. Entonces le es molesta la vida larga, y desea hallar la muerte para ser desatado de este cuerpo y estar con Cristo ( Filip., l; 3).


Entonces también - conoce que no puede haber en el mundo perfecta seguridad ni cumplida paz.

Cap.12. Imitación de Cristo. 
Tomás de Kempis




jueves, 20 de noviembre de 2014

CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN

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LIBRO SEGUNDO

I,1. Quiero recordar mis pasadas fealdades y las corrupciones carnales de mi alma, no porque las ame, sino por amarte a ti, Dios mío. Por amor de tu amor hago esto (amore amoris tui facio istuc), recorriendo con la memoria, llena de amargura, aquellos mis caminos perversísimos, para que tú me seas dulce, dulzura sin engaño, dichosa y eterna dulzura, y me recojas de la dispersión en que anduve dividido en partes cuando, apartado de la unidad, que eres tú, me desvanecí en muchas cosas.   

Porque hubo un tiempo de mi adolescencia en que ardí en deseos de hartarme de las cosas más bajas, y osé oscurecerme con, varios y sombríos amores, y se marchitó mi hermosura, y me volví podredumbre ante tus ojos por agradarme a mí y desear agradar a los ojos de los hombres.
        
II,4. Pero yo, miserable, habiéndote abandonado, me convertí en un hervidero, siguiendo el ímpetu de mi pasión, y traspasé todos tus preceptos, aunque no evadí tus castigos; y ¿quién lo logró de los mortales?

Porque tú siempre estabas a mi lado, ensañándote misericordiosamente conmigo y rociando con amarguísimas contrariedades todos mis goces ilícitos para que buscara así el gozo sin contrariedades y, cuando yo lo hallara, en modo alguno lo hallara fuera de ti, Señor; fuera de ti, que provocas el dolor para educar, y hieres para sanar, y nos das muerte para que no muramos sin ti.


San Agustín

domingo, 16 de noviembre de 2014

CÓMO SE HA DE RESISTIR A LAS TENTACIONES






1. Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones: Por lo cual está escrito en Job (, 1): Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.


Por eso cada uno debería tener mucho cuidado acerca de sus tentaciones y velar en oración, porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca todos lados a quién tragarse. (1 Pedro 5, 8). 
Ninguno hay tan perfecto ni tan santo que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.


2. Mas las tentaciones son muchas veces utilisimas al hombre, aunque sean graves y pesadas; porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.


Todos los Santos por. muchas tribulaciones y tentaciones pasaron; y aprovecharon. Y los que no las quisieron resistir fueron tenidos. por réprobos y sucumbieron.


No hay religión tan santa, ni lugar tan secreto, que no haya tentaciones y adversidades.


3. No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras vive; porque en nosotros mismos .está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.


Pasada una tentación o tribulación, sobreviene otra; y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra felicidad.


Muchos quieren huir las tentaciones y caen en ellas más gravemente.


No se puede vencer con sólo huirlas; mas con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos:


4. El que solamente quita el mal que se ve y no arranca la raíz, poco aprovechará; antes tornarán a él más presto las tentaciones, y se hallará peor.


Poco a poco, con paciencia y larga esperanza, vencerás (con el favor divino) mejor, que no con violencia y propia fatiga.


Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle, como tú lo quisieras para ti.


5. El principio de toda mala tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.


Porque como la nave sin timón la llevan a una .y. otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de su propósito es tentado de diversas maneras.


El fuego prueba el hierro, y la tentación al hombre justo.


Muchas veces no sabemos .lo que podernos; mas la tentación descubre lo que somos 
Debemos, pues, velar principalmente al venir la tentación; porque entonces mas fácilmente es vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma y se le resiste al umbral luego que toca.


Por lo cual dijo uno: Atajar al principio el mal procura; si llega a echar raíz, tarde se cura (1): Porque primeramente se ofrece al alma el pensamiento sencillo; después, la importuna imaginación; luego, la delectación y el torpe movimiento y el. Consentimiento. Y así se entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo, por no resistirle al principio.


Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco; y el enemigo contra él más fuerte.


6. Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros al fin.


Pero otros son molestados casi por toda su vida.


Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.


7. Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará, junto con tentación, .tal auxilio, que La podamos resistir (1 Cor., 10, 13).


Humillemos, pues, nuestras almas debajo de la mano de Dios en toda tribulación y tentación, porque E1 salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.


8. En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno ha aprovechado, y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.


No es mucho ser un hombre devoto y fervoroso cuando no siente pesadumbre; mas si en el tiempo de la adversidad se. sufre con paciencia, esperanza es de gran provecho.


Algunos no se rinden a grandes tentaciones, y son vencidos a menudo en las menores y comunes, para que, humillados, nunca confíen de sí en grandes cosas, siendo flacos en las pequeñas.


cap.13 Imitación a Cristo. Tomás de Kempis.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

YO TODA ME ENTREGUE Y DI

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Yo toda me entregué y di, y de tal suerte he trocado, que es mi Amado para mí Y Yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce cazador me tiró y dejó rendida, en los brazos del amor mi alma quedó caída, y cobrando nueva vida de tal manera he trocado, que es mi Amado para mí Y Yo soy para mi Amado.

Tiróme con una flecha enarbolada de amor, Y mi alma quedó hecha una con su Criador; ya yo no quiero otro amor, pues a mi Dios me he entregado, que es mi Amado para mí Y Yo soy para mi Amado.

Santa Teresa de Jesús


domingo, 2 de noviembre de 2014

ALABANZAS QUE SE HAN DE DECIR EN TODAS LAS HORAS


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1 Santo, santo, santo Señor Dios omnipotente, el que es y el que era y el que ha de venir:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

2 Digno eres, Señor Dios nuestro, de recibir la alabanza, la gloria y el honor y la bendición:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

3 Digno es el cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder y la divinidad y la sabiduría y la fortaleza y el honor y la gloria y la bendición:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

4 Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

5 Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

6 Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos y los que teméis a Dios, pequeños y grandes:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

7Los cielos y la tierra alábenlo a él que es glorioso:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

8Y toda criatura que hay en el cielo y sobre la tierra, y las que hay debajo de la tierra y del mar, y las que hay en él:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

9Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

10Como era en el principio y ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Amén.
Y alabémoslo y ensalcémoslo por los siglos.

11Oración: Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, todo bien, sumo bien, total bien, que eres el solo bueno, a ti te ofrezcamos toda alabanza, toda gloria, toda gracia, todo honor, toda bendición y todos los bienes. Hágase. Hágase.


Amén.

San Francisco de Asis